Es vital no confundir a estudiantes con las diferencias lingüísticas y culturales con los estudiantes con desórdenes de la comunicación.  En los Estados Unidos, hay muchas variaciones del inglés corriente.  Diversos grupos de gente emplean diversos acentos, gramática, vocabulario, y comunicación nonverbal.  Estos dialectos no son inferiores al inglés normal, sino reflejan la diversidad cultural rica del país.  Además, muchos niños crecen con una lengua que no es inglés en el hogar y aprenden inglés como segunda lengua.  Estos niños bilingües o trilingües hacen frente a dificultades porque las diversos idiomas y dialectos implican gramática diversa, orden diverso de las palabras, y códigos sociales diversos de la comunicación entre el locutor y el oyente.  Además, diversas idiomas no solamente incorporan diversos sonidos, sino que conceptúan sonidos diferentemente.  Mientras que una lengua puede distinguir entre dos sonidos, los locutores de otra lengua pueden percibir esos mismos dos sonidos como indistinguibles.  Por lo tanto, los desafíos con los cuales niños multilingües enfrentarse en la negociación de las reglas contrarias de las idiomas que están aprendiendo pueden hacerlas aparecer tener desórdenes de la lengua.  Districtos escolares deben ser sensibles a los varios fondos en los cuales están criando a sus estudiantes y considerar la lengua o el dialecto que el estudiante oye fuera de la clase al determinar la presencia de desórdenes comunicativos.  Para evaluar a estudiantes bilingües de una manera justa e imparcial, los patólogos de la habla-lenguaje deben tener  más habilidades de ésos requeridos para evaluar a los estudiantes que hablan solamente inglés normal.  Desafortunadamente, muchos estudiantes no reciben las evaluaciones apropiadas a su fondo lingüístico y se están falsificados en tener desórdenes comunicativos.